domingo, 15 de julio de 2007

Robinho vs. Messi

El diario deportivo LANCE de Brasil indica que la final de la Copa América es la noticia destacada del día en España, los diarios resaltan el duelo aparte entre Robinho y Messi (creo que se olvidaron del diez argentino, Juan Román Riquelme):

Final da Copa América é destaque na Espanha
Jornais exaltam duelo entre Robinho e Messi na decisão

A final da Copa América entre Brasil e Argentina é um dos principais destaques da imprensa espanhola deste domingo. O jornal esportivo "Marca" destaca que "será vista a melhor final da Copa América, pois a partida entre Brasil e Argentina medirá o futebol de Robinho contra a armada azul e branca".
Já o diário "As" diz em sua capa que Robinho "já é o líder do Brasil e pretende ser também o do Real Madrid", além de destacar a presença do meia-atacante Messi, do Barcelona, na seleção argentina.
"Messi contra Robinho", diz a manchete do jornal "Sport", de Barcelona. O também catalão "Mundo Deportivo" exibe em sua capa uma imagem dos argentinos Messi e Gabriel Milito, e comenta que "a Argentina está decidida a demonstrar sua superioridade e a conquistar a Copa América". (
Lance, Brasil)

El diario La Nación de Buenos Aires informa que la expectativa crece a pocas horas de la final (en estos instantes faltan poco menos de 4 horas).
La Argentina buscará darle lustre final a su obra
En la calurosa Maracaibo y ante Brasil, el equipo de Basile intentará cerrar un camino perfecto y así cortar con 14 años sin títulos
MARACAIBO, Venezuela.- Para algunos es lógica pura. Para otros, el peso de la historia. Para casi todos, una consecuencia natural por tratarse de las dos máximas potencias del continente. La final tendrá a dos protagonistas previsibles, los mismos de la definición de hace tres años, en Perú. La Argentina y Brasil, uno de los grandes clásicos del mundo, se enfrentarán hoy, a las 18.05 de nuestro país, por el título de la 42» Copa América. Geográficamente, el seleccionado vuelve al punto de partida, al lugar donde comenzó una campaña que fue llevando a ritmo de ensueño. En el estadio Pachencho Romero encadenó las dos primeras victorias, ante los Estados Unidos y Colombia. Ahí buscará esta tarde una coronación que no sería una más para el fútbol argentino, ya que clausuraría el desierto de 14 años sin títulos, desde la Copa América de Ecuador 1993, cuando Alfio Basile también estaba al frente del equipo. Hablar de favorito o de candidato en un choque Argentina-Brasil puede sonar temerario. Un clásico, y más en una final, está sometido a una fuerte carga psicológica, a una tensión emocional que muchas veces condiciona a los factores futbolísticos. Y no faltan ejemplos en los que el que figuraba más abajo en la consideración general, encuentra en esa subestimación la motivación para reivindicarse. Hace tres años, Brasil, también sin Ronaldinho y Kaká, pero con un Adriano que funcionó como un martillo, frustró a una Argentina que quizá no era un equipo tan colorista como el actual, pero sí era muy competitivo. Todo lo anterior viene a cuento de la presunta diferencia que se observa a favor de la Argentina, que aparece más armado y completo que Brasil, algo que no es habitual en un enfrentamiento de este tipo. La brecha que pone al equipo de Basile en un plano superior abarca diversos rubros. El primero es el referente a los planteles: la Argentina trajo lo mejor que tenía a disposición; Dunga armó la lista a partir de las importantes deserciones de Ronaldinho, Kaká y Ze Roberto, además de haber soportado a última hora la lesión de Fred. El segundo ítem podría contemplar lo estadístico: la Argentina ganó sus cinco partidos y goleó en cuatro de ellos; Brasil debutó con una derrota ante México y necesitó de los penales para eliminar a Uruguay en las semifinales. Conceptualmente, la Argentina tuvo un fútbol fluido y ambicioso, mientras que el nivel de Brasil fue más plano y conservador, a tono con la prédica de Dunga, que no quiere ni oír hablar del jogo bonito , un arcaísmo según su visión. En el plano de las individualidades, la Argentina también saca una luz de ventaja: Messi, Riquelme y Mascherano podrían aspirar con merecimiento al premio del mejor jugador del torneo, mientras que Brasil no tiene otro exponente que Robinho (flojo ante Uruguay), y más atrás surge la firmeza del zaguero Juan y las proyecciones de Maicon. Como se presumía, Basile confirmó la misma alineación que goleó a México, con la novedad de que Crespo, desgarrado hace 12 días, estará entre los suplentes y podría ingresar algunos minutos si el partido es favorable. Debido a la suspensión del capitán Gilberto Silva, Dunga hará un cambio de corte ofensivo: ingresará Elano por la izquierda. Este volante, que sólo había sido titular en los dos primeros partidos, fue el que le convirtió dos goles a la Argentina en el amistoso que Brasil ganó 3 a 0 en el debut de Alfio Basile, en septiembre último, en Londres. Aquella vez por la derecha, Elano desequilibró y enloqueció primero a Clemente Rodríguez y después a Gabriel Milito. Dunga se la juega por una carta que ya le dio rédito. Una cuestión imposible de soslayar es el calor agobiante bajo el que se disputará el partido. Necesidades comerciales y televisivas fijaron el horario de comienzo cuando todavía se harán sentir el sol y una temperatura que superará los 35 grados. Un despropósito del que seguramente saldrá perjudicado el nivel de juego. A cada esfuerzo le seguirá un jadeo profundo. Será necesario dosificar las energías para no fundir la máquina prematuramente. Quien mejor administre el aire contará con un jugador extra. El clima puede ser un aliado de Brasil, más adaptado a las temperaturas tropicales. La Argentina está siendo más un equipo de segundos tiempos, luego de la tarea de desgaste y mareo que le impone al rival en la primera etapa. El seleccionado se juega la posibilidad de ubicar a la Argentina como el país más ganador de la historia de la competencia, con 15 títulos, uno más que Uruguay. En el difícil escollo de Brasil también está la oportunidad para darle el lustre final a su obra.
El premio al campeón y una gran ganancia El seleccionado ganador de la Copa América se llevará, en todo concepto, alrededor de 1.600.000 dólares. Una ínfima proporción de la ganancia de la empresa Traffic, poseedora de los derechos del torneo, cuyo beneficio oscilaría los 70.000.000 de dólares
. (La Nación, Argentina)
En el diario El País de Madrid aparece una entrevista al 'Pato' Abbondanzieri.
ENTREVISTA A ABBONDANZIERI (Portero de Argentina, finalista ante Brasil)
"Jugar con el pie me relaja"
Brasil y Argentina vuelven a encontrarse en la final del torneo americano
Carlos Abbondanzieri sueña con internarse con sus máquinas en los campos de soja que tiene en Bouquet, su pueblo natal. A sus 34 años, el portero de la selección argentina, que hoy se enfrentará a Brasil en la final de la Copa América (23.00, Canal + y Canal + Fútbol) parece un hombre dichoso. La temporada ha sido larga. Tras conquistar el trofeo Zamora en la Liga española con el Getafe -30 goles en 36 partidos; 0,83 de media frente al barcelonista Valdés (0,87) y el atlético Leo Franco (0,90)-, el torneo suramericano ha prolongado su nostalgia. Y eso que en el equipo de Madrid encontró la tranquilidad que era imposible de encontrar en Boca, donde ganó dos Intercontinentales, tres Libertadores, seis Ligas... Eso ya pasó. Ahora sabe que sólo le queda el último paso. Por eso, El Pato -"por mis andares como el Pato Lucas de pequeño"- espera desquitarse de su mala fortuna del Mundial de Alemania. Entonces, en cuartos de final ante la anfitriona, un choque con Klose le obligó a pedir el cambio. Argentina cayó en la rueda de penaltis, sin su portero más especializado. Las críticas, primero las de Maradona, volaron sobre el arquero. A Abbondanzieri le da lo mismo. "Lo mejor que hay para estar en un club de fútbol es ser un buen compañero", asegura, fiel a su imagen de tipo modesto. Levante o no hoy la Copa, pronto verá el cielo de la pampa.
Pregunta. ¿Ya le preparan la fiesta?
Respuesta. Siempre pasa lo mismo. Bouquet es un pueblo muy chico y yo soy el único jugador profesional que ha dado. Cada vez que me sucede algo bueno lo celebran. Ahora estarán en plena matanza, con las vacas y los chanchos [cerdos]. Pero prefiero no pensarlo.
P. Se le ve ansioso por tocar el balón con los pies.
R. Ahora más que nunca. En una selección como Argentina, a la que no le llegan demasiadas veces, hay que estar siempre muy concentrado. Jugar con el pie me ayuda a relajarme, a estar bien, a estar metido dentro del partido.
P. ¿No habría preferido ser un central, o un volante?
R. Empecé como defensa. Pero me gustaba mucho el tema del arco, tirarme, ensuciarme. El barro siempre me gustó mucho. Un día el portero de mi equipo no se presentó, fui al arco, y nunca más lo dejé.
P. ¿Qué le ha parecido el torneo hasta ahora?
R. Muy bueno. Se metieron muchos goles. No sé si por errores o no, pero lo importante es que se hicieron partidos extraordinarios para el público. Ha sido una Copa América divertida. No creo que estas goleadas hablen de una diferencia especial de nivel entre unos equipos y otros. Para Argentina ha sido excelente. Al menos hasta ahora.
P. Dice Cambiasso que nunca tuvo una sensación de dominio tan grande en una cancha. ¿Usted siente lo mismo?
R. Se sabía que, de la clase de jugadores que había en Argentina, tenía que salir un fútbol de gran precisión. Estos futbolistas tienen muchas ganas de jugar, de encontrarse en una cancha. Nuestra táctica es hacer circular la pelota. Por momentos parece imposible que nos la puedan quitar. La posesión del balón obliga al equipo contrario a salir a un gran ritmo físico. En el primer tiempo, México, en las semifinales, y Perú, en cuartos, nos quitaron la pelota, pero después no pudieron aguantar el desgaste. Se les hizo imposible.
P. Sin embargo, el mexicano Guardado se le puso enfrente sólo un par de veces. La defensa argentina perdió la colocación. ¿No le preocupa que pueda ocurrir de nuevo ante Brasil?
R. Es muy difícil no tener problemas porque Argentina toca siempre y no tiene tantos jugadores de marca. La defensa siempre está con algunos problemas.
P. Con Riquelme, Argentina es la que más pases da atrás.
R. Lo hacemos para tener la pelota. A nosotros nos viene muy bien porque sabemos que así el balón será nuestro. Con ese pase atrás evitamos que los rivales, con la pelota en los pies, nos hagan daño. Algunos buscan seguridad tirando un pelotazo y colocándose atrás. Nosotros preferimos tocar sin profundizar permanentemente. Y eso también me sirve a mí para tocar la pelota un poco y sentir que sigo dentro del partido. Porque a veces paso desapercibido.
P. Al contrario que en la Liga, donde ha sido el portero que más paradas ha efectuado, apenas lo han exigido. ¿Cuándo paró el último tiro entre los tres palos?
R. Creo que contra Paraguay, en la primera fase. Ahí tuve más trabajo. Contra México sólo tuve que despejar un balón por encima del larguero. No es fácil. Para un portero lo más difícil es que no te lleguen demasiado. Se pierde concentración.
P. Brasil ha perdido definidores. Sin Ronaldo, ni Ronaldinho, ni Kaká, ni Adriano, ¿se le hace menos preocupante preparar el partido?
R. Brasil tiene una selección importante que ha mejorado a lo largo del torneo. Los que vinieron rendirán mejor de lo que lo habrían hecho los que no lo hicieron, si hubieran estado aquí. En Brasil el futbolista se está jugando siempre algo importante. Yo tengo que pensar que Vagner Love es igual de peligroso que Kaká. No sólo por Vagner Love, sino porque juega para Brasil.
P. ¿Qué delanteros lo hacen sentir más vulnerable, los nueves fuertes, tipo Baptista, o los punteros habilidosos?
R. Los más peligrosos son los habilidosos como Messi o Robinho. Son difíciles de atajar porque son capaces de regatearte a una gran velocidad en tu propia área.
P. ¿Cómo afronta un mano a mano con este tipo de jugador?
R. Primero rezo. Después veo si puedo hacer algo. (
EL PAÍS, Madrid)

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