miércoles, 27 de junio de 2007

Perú 3 - Uruguay 0










Escuché el primer gol vía RPP. Sólo pude ver el segundo tiempo. Perú jugó el partido soñado. La defensa estuvo formidable y la actuación de Leao Butrón (arquero campeón con la San Martín) para 10 puntos.




"Para ti, Perú" tituló la tapa del diario El Líbero. Por otra parte, en el diario El Comercio, Juan Carlos Oblitas opina:




Perú estuvo soberbio


Gonzalo Núñez, comentarista de América TV, resumió en una frase lo que fue el partido que se jugó contra Uruguay: “debut soñado”. Y no le falta razón para definir con estas palabras lo que fue el partido. Perú, a partir de una defensa sólida, consolidó una actuación estupenda, superando en todas las líneas a un Uruguay –precedido de una buena preparación–, pero que se vio confundido ante la selección peruana.
La explicación del triunfo es simple. En un primer tiempo donde las cosas fueron hasta cierto punto parejas, Perú se puso en ventaja mínima, pudiendo terminar con otro gol a nuestro favor si es que no se le anula un gol, válidamente convertido, a Guerrero. Hasta ahora no me explicó la enorme falla del juez de línea, paradójicamente venezolano, algo inédito, pues todos sabemos que en este tipo de competencia no se ponen a jueces con la nacionalidad de los que participan en el grupo.


Empieza el segundo tiempo y en Uruguay, con el ingreso de Christian Rodríguez por Canobbio, arriesga más y comienza a presionar. Es allí que el equipo charrúa tiene la única oportunidad de gol y Butrón interviene estupendamente. Luego de esto, Perú se consolida en defensa y anula todo intento del rival, que se desordena y juega apenas con esfuerzos individuales. Ingresan Abreu y luego Vargas, pero no cambia nada: Perú sigue mandando en el campo y poco a poco los ataques nacionales se hacían más peligrosos.
Uribe manda al terreno a Mariño por un trabajador García y el jugador del Cienciano hace un golazo que le da la tranquilidad a Perú. Mariño, con su atrevimiento y habilidad, le dio al equipo una salida clara. Los uruguayos, que arriesgaban cada vez más con la salida de los laterales a buscar el descuento, fueron totalmente rebasados. Luego entra De La Haza para ayudar a Bazalar en el medio, y Mendoza para aprovechar mejor los espacios. Así viene el tercer gol, con un servicio de Andrés que Guerrero convierte.
Se ganó bien, muy bien, soberbio me atrevería a decir. Con un excelente y sobrio Butrón, comandando una defensa casi perfecta, se maniató a Uruguay para que, a partir de allí, seamos contundentes en ataque, tal y como sucedió.
Ahora, a recuperarse y a esperar el partido del sábado, donde Perú puede asegurar la clasificación ante el local Venezuela. Realmente, un triunfo reconfortante (
J. C. Oblitas).

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Por su parte en un animado segundo partido la selección local sólo pudo empatar con el equipo altiplánico. Si alguno de los equipos debió ganar ése es el equipo verdolaga. Sigo creyendo que el partido más difícil de Perú será con los bolivianos.


"Un empate vale poco", dice el diario El Universal de Venezuela y en la nota se puede leer:


San Cristóbal.- Todo estaba listo para celebrar una victoria que se escapó de las manos cuando parecía sentenciada y el esperado debut de la vinotinto en la Copa América terminó con un empate 2-2 que sabe a derrota.
Un gol de Juan Carlos Arce en la recta final acabó con el sueño de ver a la selección nacional estrenarse con un triunfo en la cita continental por primera vez en 14 participaciones, esta vez con una sensación más amarga. Venezuela dejó pasar una oportunidad perfecta en Pueblo Nuevo y complicó, demasiado temprano, sus aspiraciones de ir a cuartos de final.
Perú será el rival del sábado en la segunda fecha del Grupo A y habrá que ganar sí o sí.
Venezuela abrió el score por intermedio de Maldonado. Ricardo David Páez recibió un regalo de la defensa visitante, avanzó hacia el área y dio un pase que el delantero no desaprovechó. La tropa de Richard Páez dominó tras irse arriba, pero faltó claridad con un Arango lejos de su nivel.
Bolivia iba a lo suyo: aguantar el envión criollo y contragolpear aprovechando errores en la banda. "El Turbo" González y "el Zurdo" Rojas estuvieron despistados y por allí llegó el empate. Jaime Moreno encontró una vía abierta hacia el arco de Vega, disparó y Cichero introdujo el balón en la meta cuando trataba de salvar.
El segundo tiempo ya mostró a una Venezuela lanzada al ataque. El problema es que Bolivia no era un simple espectador y amenazaba a la contra.
Fue la vinotinto la que sacó provecho, inicialmente, a ese pulso. A Miguel Mea Vitali le quedó la pelota en medio de un enredo entre la defensa boliviana, habilitó a Páez y éste, solo, definió con tranquilidad.
De la euforia, sin embargo, se pasó a la decepción. Arce volvió a igualar y ya era demasiado tarde para reaccionar de nuevo
. (El Universal)
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El bloque deportivo del diario El País de Uruguay titula: ¡Qué porrazo! y se puede leer lo siguiente:


Perú hizo pedazos a Uruguay. Al final fue como dijo Uribe: "Quiero que aplaudan a mis jugadores" Un buen centro de Farfán, un golazo de Mariño y una jugada elegante que culminó Guerrero rompieron el alma y las ilusiones celestes de empezar a marcar un camino de retorno a la gloria. Y terminó siendo pesto, como lo había anunciado su entrenador a Ovación en los primeros días de su estadía en Mérida. "Quiero que aplaudan a mis jugadores", dijo y ganó. Tiene que ser así. (Edward Piñón, El país de Uruguay en Venezuela).



RESUMEN DE LA PRIMERA JORNADA

Perú 3 (Villalta, Mariño y Guerrero) - Uruguay (0)
Venezuela 2 (Maldonado, Páez) - Bolivia 2 (Cichero, Juan Carlos Arce)

Dejo para el final una crónica del diario Olé que tituló: GANÓ RIVER (en clara alusión a la camiseta peruana que es igual a la del equipo de Passarella).



La lección de fútbol fue para el Maestro


Sorpresa en el estreno de la Copa: Perú dio cátedra ante la selección de Tabárez y se quedó con una goleada impensada en la previa pero muy justa por el desarrollo.

Oscar Washington Tabárez es el técnico que consiguió el último triunfo de Uruguay en un Mundial, ya hace 17 años: 1-0 sobre la hora a Corea del Sur, en Italia 90. Julio César Uribe, en épocas de cortos ajustados, formó parte del último plantel peruano que disputó un Mundial, ya hace un cuarto de siglo, en España 82. Los dos atraviesan segundas etapas al mando de las selecciones de sus países (el Diamante ya dirigió en la Copa América de Colombia) y bien saben que el principal objetivo queda a tres años y se llama Sudáfrica 2010. Sin embargo, lejos de despreciar al torneo continental, también son conscientes de que Venezuela es un lindo lugar para ir seduciendo ilusiones. Un coqueteo que aparecía en los papeles del Maestro, lástima que el 4-3-3 se empapó con la constante llovizna y un Perú que le mojó la oreja.Si de ambición se trata, Uribe no quiso ser menos que su colega y, aunque no metió mano en el dibujo que pregona (3-5-2), le hizo un hueco a cada una de sus estrellitas. La intención, toda una incógnita hasta ayer, tuvo efecto en gran medida gracias a que Farfán supo cómo calzarse una pilcha que no le es habitual. No fue delantero ni enganche. Tampoco volante. Pero ahí, parado cerca del círculo central, libre, manejó los tiempos de un mediocampo que sorprendió con el cambio de ritmo, con un andar pachorra y de buen control del balón que sin escalas pasaba a quinta velocidad. Y Uruguay jamás le encontró la vuelta a eso.Ausente del control del juego desde el vamos, el medio charrúa se la pasó corriendo sin pelota y el equipo quedó partido, extrañando al jugador pensante (¿podía serlo Recoba?) y obligando a Forlán a salir de la zona candente. Así, la única chance de peligro que generó en la primera etapa fue recién sobre el final y por un remate de Estoyanoff desde 40 metros. A esa altura, Perú ya estaba en ventaja por una pelota parada de laboratorio (córner corto, centro de Farfán y Villalta le ganó en el segundo palo a Darío Rodríguez) y podría haberse puesto 2-0 antes del descanso si Amarilla no anulaba mal esa conquista que Guerrero sigue festejando, luego de una combinación entre los otros dos "europeos", Farfán y Pizarro.Igual, después del derechazo al ángulo de Mariño (ese volante que pasó casi de largo por Lanús y Argentinos) y de que Uruguay siguiera chocando con tres delanteros de área en cancha (Vargas, Abreu y Forlán), Guerrero tuvo su descarga con la guinda que decoró una goleada impensada en la previa pero más que justa en el desarrollo (Olé de Argentina).



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